EnteroGast agudo favorece la solidificación de las heces y apoya la función del intestino en tres fases: El roble inglés, con sus propiedades astringentes, restringen el paso de líquidos al intestino. Las cáscaras de psyllium fijan el líquido libre, solidificando así las heces. Las bacterias intestinales "Enterococcus faecium" presentes en EnteroGast agudo favorecen la formación de una flora intestinal sana.
Los cultivos de Enterococcus faecium contribuyen a desarrollar la flora intestinal de forma natural. Se asientan en el intestino y ayudan a regular el peristaltismo intestinal. Estos cultivos también contribuyen a que haya menos bacterias intestinales patógenas en el intestino. Compiten con ellas por los receptores del epitelio intestinal y modifican el valor del pH luminal de tal modo que influyen en la capacidad de fijación de las bacterias intestinales patógenas. Especialmente en el caso de un intestino debilitado, esto puede desplazar a los microorganismos nocivos a favor de la flora intestinal natural.
La corteza pedunculada del roble es rica en múltiples agentes tánicos que provocan la densificación de la superficie de las mucosas intestinales (efecto astringente). De este modo, se libera menos agua en los intestinos y su contenido vuelven a tener una consistencia más firme.
Del mismo modo que la corteza de roble, la raíz de ratania contiene una gran cantidad de taninos (fundamentalmente catecoles y proantocianidas).
La cáscara del psyllium tiene la capacidad natural de hincharse. Sus semillas pueden absorber hasta 40 veces su propio peso en agua. Al entrar en contacto con esta, se forma una capa protectora que recubre la mucosa gástrica y el esófago. Al llegar al intestino, la cáscara de psyllium asimila el exceso de líquido. De este modo las heces se consolidan y el tránsito intestinal se regula de forma natural.
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