Anestesia: todo lo que los dueños de las mascotas deben saber

22 de febrero de 2024 — de Katrin Rahn  

¿Qué es la anestesia?

La anestesia es un procedimiento médico durante el cual se sumerge a los animales (o a las personas) en un estado de inconsciencia profunda. En este estado, no sienten dolor ni recuerdan el procedimiento. Esto permite realizar intervenciones quirúrgicas y diagnósticos sin que el animal experimente dolor o estrés.

¿Qué debo tener en cuenta antes de una anestesia?

  • Ayuno: El animal no debe ser alimentado durante las 12 horas previas a la anestesia para reducir el riesgo de vómitos y aspiración, que se produce cuando el vómito entra en las vías respiratorias durante la anestesia.
  • Se permite beber agua.
  • Consulta previa: Es importante realizar un examen exhaustivo antes de la anestesia para asegurarse de que el animal está en condiciones de someterse al procedimiento, especialmente en el caso de animales de edad avanzada o que padecen enfermedades crónicas. Este examen preliminar puede incluir análisis de sangre, radiografías u otros procedimientos diagnósticos.
  • Medicación a largo plazo: Informa de toda medicación a largo plazo y los suplementos nutricionales prescritos en el momento del examen preliminar. Algunos medicamentos deben ajustarse o suspenderse antes de la anestesia.
  • Comunicación: Si tienes alguna pregunta sobre la operación o los procedimientos, la consulta preoperatoria es el momento adecuado para solicitar más información y aclararlo todo.

¿Cómo funciona la anestesia?

Existen distintos protocolos anestésicos, en función de la especie animal y de la operación que se vaya a realizar. Su veterinario decidirá qué forma de anestesia utilizar para tu mascota. La anestesia se administra por vía intravenosa o por inhalación, lo que deja al animal inconsciente y sin dolor. Durante la anestesia, el equipo veterinario controla las funciones vitales del animal, como la frecuencia cardiaca, la tensión arterial y la saturación de oxígeno.

¿Qué debo tener en cuenta después de una anestesia?

  • Tiempo de recuperación: tras despertarse de la anestesia, el animal puede estar desorientado y somnoliento. Es perfectamente normal. Asegúrate de que dispone de un lugar tranquilo y cálido donde descansar.
  • El día de la operación, es importante llevar al perro atado cuando salga a pasear. Debido a la anestesia, las reacciones a los ruidos fuertes pueden ser impredecibles. El perro puede asustarse y salir corriendo.
  • En el caso de los gatos, es importante asegurar los lugares altos donde pueda tumbarse. Si al gato le gusta tumbarse en el armario o en el rascador, pero tiene que saltar para hacerlo, puede resultar arriesgado. Debido a la anestesia, puede que no controle bien su cuerpo y se caiga.
  • No le ofrezcas comida hasta que pueda caminar en línea recta y ya no esté somnoliento. El riesgo de atragantamiento es demasiado grande. Es mejor empezar con varias raciones pequeñas que con una grande.
  • Tos: si el animal ha sido intubado, el tubo puede causarle irritación en la garganta. No es raro que tu mascota tosa o se aclare la garganta dos o tres días después de la operación. Un jarabe calmante para la tos puede ser útil en este caso.
  • Ejercicio: dependiendo de la intervención, tu mascota puede necesitar unos días de reposo. Para los perros, esto significa no dar largos paseos ni jugar en el parque. Los gatos que viven en el exterior, deben pasar los primeros días tras la operación dentro de casa. Tu veterinario determinará la duración del periodo de reposo.
  • Collar: deja el collar puesto durante 24 horas. Lamentablemente, los collares son indispensables para proteger la sutura de la herida. Lamerse o rascarse puede provocar infecciones y complicaciones. Los animales son rápidos e incluso un breve espacio de tiempo sin collar, "porque estamos allí y podemos vigilar", es suficiente para que algunos abran la sutura de la herida.
  • Medicación: para evitar complicaciones, la medicación debe administrarse siempre siguiendo las indicaciones.

Importante:

Hay que acudir a las citas de seguimiento. No obstante, si tienes la sensación de que algo va mal con tu mascota, por ejemplo que no quiere comer o moverse, ponte en contacto con tu consulta inmediatamente.